Muy buenas!

Veo la huerta como una de las mejores maneras de cultivar los sentimientos de responsabilidad, comunidad y trabajo en equipo, por eso, me hacía especial ilusión estar en una huerta trabajada por niños y niñas, ya que nunca tuve la oportunidad de compartir una huerta con mis colegas de clase. Tal vez quería remediarlo, estando al lado de lo que son, a mi modo de ver, personas privilegiadas por el hecho de tener una huerta en su colegio y poder aprender de ella.

Hace tiempo compartimos esta noticia http://www.lne.es/oriente/2016/06/15/clase-fesoria-pilona/1942710.html en nuestra página de facebook, en la que se hacían eco de una huerta situada en el colegio de Infiesto , en el Concejo de Piloña , Asturias .

Así que decidimos ponernos en contacto con Conchi de la Iglesia, profesora de lenguaje y audición y responsable de la huerta. Aprovecho para darle otra vez las gracias por su amabilidad e interés en colaborar con nuestro proyecto.

Cuando fuimos al colegio y entramos en clase, lo que más nos sorprendió a Estefanía y a mí, fue la concentración y la calma con la que los niños y niñas participaban, primero en atender las instrucciones de Conchi, y más tarde en las tareas sobre la huerta. Ni un mal grito, ni una mala cara. Todo lo contrario.

Esta foto la hizo uno de los niños.

Los deberes para casa eran, entre otros, investigar formas de combatir las plagas, ya no solo por ganar en conocimiento, sino porque realmente necesitaban un remedio para la mosca blanca que acechaba su huerto escolar.

Lo que cosechan va destinado a la cocina del colegio, y me viene a la memoria los problemas que muchos niños y niñas hemos tenido en nuestra infancia con las verduras. Tiene toda la pinta de que trabajar la huerta en el colegio, me hubiera ayudado, entre otras muchísimas cosas, a disfrutar mucho más del sabor y la variedad de las hortalizas que nos ofrece una verdadera huerta orgánica como esta, mayoritariamente germinada desde semillas locales.

Salud!

@lahuertadelaesquina.es, ,  .