Miguel Angel Fernández Fdez. Capataz Jardín Botánico Atlántico

Los Huertos del Viejo y Nuevo Mundo forman parte de una de las cuatro grandes áreas expositivas del Jardín Botánico, la Factoría Vegetal, que engloba una pequeña representación de las especies alimenticias ( frutales , hortícolas, cereales..), aromáticas, condimentarias, melíferas, medicinales e industriales presentes a ambos lados del Atlántico, así como  especies invasoras y ruderales.

En concreto, los Huertos ocupan una superficie cercana a los 2500 metros cuadrados en el ángulo sureste del JBA, repartidos en dos ambientes claramente diferenciados. Los Huertos del Viejo Mundo se distribuyen en pequeños bancales de obra de fábrica,  cuadrados o rectangulares, y disposición ordenada, simbolizando el orden cartesiano de la cultura occidental, de tradición greco-latina, y las influencias árabes, tan importante en la península ibérica, como veremos más adelante. En cuanto a los Huertos del Nuevo Mundo, se disponen de forma anárquica en lo huecos dejados por grandes bloques de roca caliza, sin una forma definida y de distintos tamaños, lo que daría idea de la presencia de un paisaje agrícola dominado por una Naturaleza impetuosa, representado por los huertos andinos sobre terrazas en las laderas de altas montañas, y  los conucos y milpas América Central.  

Hace aproximadamente ocho años, desde el departamento de mantenimiento del Jardín, decidimos orientar el cuidado de esa zona hacia un sistema sostenible en el tiempo y respetuoso con el medio ambiente, y convertir los Huertos del Viejo y Nuevo Mundo en un espacio libre de productos químicos ( abonos y fitosanitarios),  y mantenido con el mayor respeto hacia los procesos naturales. Convencidos que esa era la opción más razonable, la fuimos exportando al resto del Jardín, y ahora mismo podemos afirmar que casi la mayor parte de su superficie se mantiene con criterios ecológicos, donde apenas tienen cabida los productos químicos, se hace un uso racional del agua de riego y otros insumos, y las labores se encaminan a conseguir los mejores resultados con el mínimo coste.

La Kale y el Adzuki

El planteamiento actual en los Huertos del Viejo y Nuevo Mundo es introducir dos alternativas de cultivo : la más importante, de primavera-verano, con plantas de ciclo largo, y una abundante representación de cultivos de estación, algunos de sobra conocidos y otros algo más raros, y de otoño-invierno, basado en cereales de invierno ( trigo, espelta, avena, cebada y centeno) abonos verdes y algún cultivo propio de la estación ( ajo, coles, habas de mayo…)

Trabajamos metódicamente el establecimiento de unas rotaciones muy meditadas que nos permitan hacer un uso del suelo y sus nutrientes lo menos esquilmante posible, y combinar unas asociaciones favorables entre plantas, aunque el hecho de segregar los cultivos en euroasiáticos y americanos constituya un hándicap importante, ya que no podemos asociar especies de diferente procedencia geográfica, lo que aumentaría la diversidad y la sinergias entre plantas.

En todo caso, la rotación y la asociación son los dos pilares básicos sobre los que apoyamos nuestro trabajo en los Huertos. El otro pilar es  incrementar la  fertilidad del suelo, con el empleo de abonos orgánicos  ( humus de lombriz, compost, restos vegetales…) y abonos verdes ( leguminosas, nabo forrajero,…) en alternancia.

El puerro y la acelga se llevan genial.

A todo esto añadimos el empleo de acolchados orgánicos ( paja, hoja de roble y helecho, cartón… ) y la utilización de técnicas de cultivo suaves ( no laboreo, o laboreo mínimo, escardas ligeras, manejo de riego adecuado, etc…), minimizando la intervención sobre los parásitos u otros problemas fitosanitarios, o haciéndolo con el método menos agresivo posible, dejando que el sistema se equilibre por si mismo. Sin agobios ni obsesiones. Si hay pulgones también aparecerán sus depredadores naturales, si no intervenimos introduciendo un producto que los elimine. La clave es imponernos un umbral de tolerancia alto.

Todo esto, no sólo lo llevamos a cabo con el mayor rigor posible, sino que también lo enseñamos en forma de paneles informativos donde describimos las principales técnicas y métodos empleados por nosotros en los Huertos del Viejo Mundo.

Manuel Mateo Rodenas de La Huerta de la Esquina, grabando unos planos.

También intentamos hacer un planteamiento temático año a año, organizando los parterres por procedencia geográfica, por órgano de aprovechamiento, por familias botánicas, etc…y darlo a conocer.

En concreto, éste año hemos distribuido los cultivos de primavera-verano en varias áreas temáticas, planteándolo como un viaje en el tiempo ( desde los siglos de ocupación musulmana de la península , hasta la época actual y las tendencias de futuro, pasando por la revolución verde de los años sesenta y setenta ) y en el espacio ( los cultivos del Nuevo Mundo se encuentran repartidos por su zona de origen – meso y norteamericanos y andinos- , al igual que  en los Huertos del Viejo Mundo se hace referencia a la procedencia asiática, africana y oriental de los cultivos introducidos por los árabes ). Así, los monocultivos representados por la soja, paradigma de la revolución verde, con sus ventajas e inconvenientes; el extremo opuesto, representado por las culinarias silvestres, consideradas malas hierbas pero con un elevado potencial alimenticio: los superalimentos tan de moda, y la tradición representada por los cultivos introducidos por los árabes (sandia, ñame y sorgo africanos; melón, berenjena, pepino, espinacas procedentes de Asia y el arroz, la caña de azúcar cuyo origen está en el lejano oriente.)

La Soja

Toda la planta de los Huertos, así como las aromáticas, condimentarias y las medicinales anuales, son obtenidas por nosotros en las instalaciones de producción, y en algunos casos, buscamos la autosiembra de un año al siguiente, ya que se mejoran cualitativamente los cultivos que se implantan de semilla ( mejor adaptación y resistencia a los parásitos).

Año a año, afinamos en el establecimiento de rotaciones y  asociaciones más favorables y atractivas, buscando siempre trasmitir los conceptos básicos que nos guían, simplificando procedimientos, y con procesos de trabajo sencillos y eficaces. Nuestra intención es convertir los Huertos del Viejo y Nuevo Mundo, al igual que el resto del Jardín Botánico, no sólo un espacio donde mostrar colecciones de plantas, sino un lugar para aprender de la experiencia.